Lamine y Raphinha llevan al Barça a los cuartos
Los azulgranas dominaron el partido con una primera parte letal y sentenciaron el pase a cuartos de final de la Champions League con un 3-1 en Montjuïc. Un triunfo dedicado especialmente al fallecido doctor Carles Miñarro.
El FC Barcelona certificó su clasificación para los cuartos de final de la Champions League con una victoria ante el Benfica (3-1) en Montjuïc. En una noche que comenzaba con el minuto de silencio dedicado al fallecimiento del doctor Carles Miñarro, los de Hansi Flick dejaron encarrilado el partido en el primer tiempo gracias a una actuación estelar de Raphinha, autor de un doblete, y Lamine Yamal, que firmó un golazo.
Con el once esperado, el Barça salió con la intención de dominar desde el inicio. La posesión fue azulgrana, pero el Benfica no renunció a aprovechar los espacios a la contra. Lamine Yamal y Lewandowski fueron los primeros en avisar, aunque sin fortuna en la definición.
El joven talento de Rocafonda se encargó de desatascar el partido con una jugada de puro genio. En un eslalon eléctrico dentro del área, intentó un disparo que se convirtió en una asistencia involuntaria para Raphinha, quien solo tuvo que empujarla al fondo de la red. Era el minuto 11 y Montjuïc estalló en júbilo.
La alegría duró poco, porque apenas dos minutos después, Otamendi igualó el marcador con un certero cabezazo en un saque de esquina. El tanto no desestabilizó al Barça, que siguió manejando el encuentro con la dirección de un Pedri imperial en la medular.
Lamine y Raphinha sentencian antes del descanso
El Barça encontró la ventaja nuevamente con una acción individual mágica de Lamine Yamal. El extremo de 17 años se perfiló desde el vértice del área y sacó un disparo enroscado que se coló por la escuadra, recordando a sus mejores actuaciones con la selección española. Un golazo que ponía el 2-1 y devolvía la calma a los de Flick.
El Benfica intentó reaccionar, pero se mostró impreciso en la salida de balón. Un error defensivo fue castigado por un Barça letal en transición. Alejandro Balde recorrió medio campo con el balón controlado y en el momento justo filtró un pase preciso para Raphinha, quien definió con un zurdazo cruzado imparable para Trubin. Con el 3-1 antes del descanso, la eliminatoria quedaba prácticamente sentenciada.
Con la ventaja en el marcador, el Barça optó por administrar esfuerzos en el segundo tiempo. El Benfica intentó adelantar líneas, pero apenas inquietó la portería de Szczesny. Pavlidis tuvo la mejor ocasión para los portugueses, pero su disparo fue detenido por el meta polaco sin demasiados problemas.
Flick dio entrada a Ferran Torres y Gavi para refrescar al equipo, sustituyendo a Olmo y Lewandowski, quienes tuvieron un partido voluntarioso pero sin excesivo protagonismo en el área rival. La posesión se volvió más pausada y el Barça se limitó a controlar el ritmo del partido sin arriesgar en exceso. El Benfica reclamó un penalti por una supuesta mano de Íñigo Martínez, pero el VAR desestimó la protesta. Renato Sanches lo intentó desde fuera del área, pero su disparo se marchó por encima del larguero.
Un triunfo con dedicatoria especial
El pitido final certificó la clasificación del Barça a los cuartos de final, en una noche que tuvo una dedicatoria especial. El equipo quiso dedicar la victoria al doctor Carles Miñarro, fallecido recientemente, recordado por su incansable labor en el club.
Con esta victoria, el Barça sigue soñando con la Champions y espera rival en la siguiente ronda. Montjuïc vibró con un equipo que, de la mano de Lamine y Raphinha, mostró su versión más letal en el momento más clave de la temporada.
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