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Tensión en el Barça: el acuerdo con Nike entra en terreno complicado

La renovación de Nike, junto con algunas ventas estratégicas, se perfilaba como la solución a los problemas económicos que han afectado al club en los últimos años.


Hace poco más de un mes, el FC Barcelona vivía un ambiente de optimismo. La directiva de Joan Laporta parecía estar a punto de cerrar un acuerdo millonario con Nike, su principal patrocinador, que no solo aliviaría las tensiones financieras del club, sino que también permitiría al Barça volver a la regla del 1 a 1, es decir, gastar lo que ingresaba sin las limitaciones impuestas por el tope salarial.


Sin embargo, lo que parecía una firma inminente se ha convertido en una fuente de preocupación. A falta de poco más de una semana para el cierre del mercado de fichajes, el acuerdo con Nike sigue sin concretarse. Esta situación ha obligado a la directiva a operar todo el verano bajo las restricciones del famoso artículo 100 del control económico, que limita la libertad de movimientos en el mercado. Así, el Barcelona ha tenido que trabajar una vez más con un "tiro en el ala", enfrentando serias dificultades para fichar y gestionar su plantilla.


El propio Joan Laporta, junto con el presidente de LaLiga, Javier Tebas, mostraban a principios de verano un gran optimismo sobre la capacidad del Barça para actuar con normalidad financiera. Se hablaba incluso de la posible llegada de jugadores como Nico Williams, algo que ahora parece más lejano que nunca.


La renovación con Nike no solo es crucial por su valor financiero, sino también por el efecto dominó que podría desencadenar. De haberse cerrado en julio, el Barcelona habría tenido mayor margen para realizar fichajes como el de Dani Olmo o mantener a figuras como Ilkay Gündogan sin necesidad de hacer sacrificios en la plantilla.

Joan Laporta

Pero en lugar de eso, Laporta sigue en modo negociador, enfrentando un riesgo considerable. Mientras tanto, Nike no parece tener prisa, ya que el contrato actual, que expira en 2028, les asegura seguir vistiendo al Barça, con o sin renovación. Esta diferencia en las prioridades ha generado una tensión que podría complicar aún más la situación financiera del club.


A pesar de esta incertidumbre, el Barcelona ha logrado avances significativos en otros frentes. La reducción de la plantilla ha sido efectiva, se ha firmado un patrocinio de 40 millones de euros con Aramark, y se ha conseguido inscribir a Iñigo Martínez gracias a la lesión de Ronald Araujo. No obstante, estos logros podrían ser insuficientes si no se cierra el acuerdo con Nike.


Además, el fondo Vestigia, que ya aportó 20 millones de euros el año pasado para cubrir deudas, parece dispuesto a seguir invirtiendo en el club. Si se concreta esta inyección de capital y la renovación con Nike, el Barcelona podría finalmente regresar a la regla del 1 a 1, lo que le permitiría operar con mayor libertad en el mercado de fichajes.


La demora en la firma del acuerdo con Nike ha generado dudas y alimentado la especulación sobre las verdaderas razones detrás de esta estrategia. Algunos sugieren que el retraso busca minimizar el impacto negativo en la opinión pública por otro verano con limitaciones económicas. Sin embargo, esta táctica podría jugar en contra del club si la renovación no se concreta a tiempo.


El Barcelona, aunque lejos de estar al borde del colapso, se encuentra en una situación delicada. Firmar con Nike, cubrir el déficit generado por la venta incompleta de Barça Studios y reducir el peso salarial siguen siendo los pasos necesarios para asegurar la estabilidad a largo plazo del club. La incertidumbre persiste, y ahora solo queda esperar que no se tuerza nada a última hora.

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